Tras haber conseguido que la PGR le otorgara la prisión domiciliaria, la exlíder del sindicato magisterial, Elba Esther Gordillo, recibió en su penthouse de Polanco a familiares y amigos.
El primero de los visitantes fue el excanciller Jorge Castañeda, quien, al salir dijo a Reforma: “La veo de mejor humor lógicamente. La vi más contenta o menos descontenta de cuando estaba en los hospitales, y de salud la vi bien, me dio mucho gusto verla en su casa”.
Agregó que ellos dos son amigos desde hace 25 años y la defendió diciendo que, por “jaladas” de los jueces, se otorgó la prisión domiciliaria a Gordillo dos años después de que la solicitó.
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Dijo además que la había visitado “mucho” en el penal de Tepepan y también en las numerosas clínicas donde estuvo internada durante la mayor parte del juicio en su contra por delincuencia organizada y lavado de dinero.
Castañeda aclaró que no hablaron sobre asuntos políticos ni de las elecciones de 2018, pero “ya habrá oportunidad seguramente”.
Además de Castañeda, la exlíder del sindicato magisterial recibió a al menos 12 visitantes que llegaron con cajas de regalos y bolsas de tiendas departamentales. Entre ellos estuvieron su hija Maricruz Montelongo y a su nieto, el ex diputado René Fujiwara.
El penthouse de Gordillo está ubicado en el edificio ubicado en la Calle Galileo de la colonia Polanco en la Ciudad de México. Es resguardado por agentes de la Policía Federal Ministerial de la Procuraduría General de la República (PGR).
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A Gordillo no le gusta el brazalete electrónico ni la vigilancia en su penthouse
Elba Esther Gordillo está instalada desde la madrugada de este sábado en su penthouse de Polanco y se ha quejado del brazalete electrónico que le colocaron por orden de un juez para que pueda ser monitoreada y seguir fuera de la cárcel mientras duran sus procesos penales.
De acuerdo con Milenio, versiones de personas de su primer círculo indican que la exlideresa dijo que el brazalete le causa molestias y, además, que no está conforme con el operativo de seguridad que montó la policía en su domicilio ubicado en el número siete de la calle Galileo.
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Además de colocarle el brazalete electrónico como parte de las medidas preventivas que se le aplicaron para evitar su fuga, la PGR también clausuró la puerta del departamento de Gordillo que conecta con uno de los elevadores del edificio que consta de 13 pisos, asimismo, el juez le asignó a una mujer policía para que la vigila las 24 horas del día al interior de su departamento.
Mientras que, afuera del sitio, elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) mantienen la vigilancia permanente en la entrada del inmueble y otros más se encuentran en calles aledañas con el fin de “reducir el riesgo o posibilidad de que escape”, dijo a Milenio uno de los agentes.
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Con información de regeneracion.mx